El síndrome de oclusión intestinal es la interrupción del tránsito intestinal por causas funcionales, y mecánicas. Es una causa importante de atención médico quirúrgica y es causa del 15 al 20 % de ingresos hospitalario de tipo abdominal. En su mayor parte (80%) se localiza en intestino delgado. Y la oclusión intestinal baja comprende desde el íleon terminal hasta el ano. De no resolverse este cuadro condicionan una alteración de líquidos y electrolitos, y mala circulación al intestino, que puede comprometer la vida del paciente, por sepsis. La localización más frecuente es a nivel de intestino delgado y se da por adherencias, es decir pequeñas bandas fibrosas que ocasionan que se peguen los intestinos y se ocluya. La oclusión intestinal baja, se caracteriza por una gran distención abdominal o abdomen inflado al grado de parecer embarazo, con dolor tipo cólico, y con vómito en ocasiones vómito intestinal o con materia fecal. La causa de oclusión baja puede ser por cáncer colorectal.

También puede ser por enfermedad diverticular, o por hernias internas. (donde se mete una porción de intestino en una especie de ventana interna, pero después ya no regresa a su lugar y causa falta de circulación al intestino y llega a la muerte de ese segmento de intestino. También hay obstrucciones por objetos extraños o por lombrices.

En general los síntomas de la oclusión intestinal ya sea alta o baja, son dolor, que va de menor a mayor intensidad, náusea, vómito, y un aumento de volumen del abdomen. En etapa tardía desarrolla fiebre y si no se atiende rápido la muerte. Cuando las causas son por alteración de electrolitos por deshidratación, por una cirugía previa o por algún medicamento, se resuelve con medicamentos con ayuno y analgésico. Pero cuando la causa es mecánica por algún acodamiento, por una hernia interna, por cáncer o algo que impida la luz, se resuelve solo con cirugía.
Imaginemos una manguera doblada en un sitio, ya no pasará el resto del contenido hasta que no se resuelva la obstrucción.

El diagnóstico es clínico, y por laboratorio para ver si hay alteraciones de sodio o potasio principalmente, y con radiografías donde se observa la obstrucción y los intestinos inflados, y por tomografía.

El tratamiento dependerá de la causa de la obstrucción. Ya sea corrigiendo algunos electrolitos, medicamentos o por cirugía donde se corta el segmento afectado, y existe el riesgo de quedar con una colostomía (sacar el intestino hacia la pared para que por medio de una bolsa el paciente evacue al exterior).

Puede ser tan complicado que algunas veces requiere de varios internamientos o una estancia hospitalaria larga.

Dra. Adriana Espinosa

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